Entre unas cosas y otras (y el calentamiento global) el invierno está siendo menos duro de lo que me esperaba.

Salvo un par de días de febrero, donde se han juntado a la vez frío, ventarrón y diluvio, el invierno está siendo relativamente llevadero. Aunque hace frío, no hiela y tampoco llueve demasiado. Hemos tenido un día de niebla y poco más. Ni siquiera ha nevado, que era algo que me hacía especial ilusión.

Por lo que me cuentan los lugareños, los inviernos se han suavizado bastante en los últimos siete años, pasando de siete grados bajo cero y un par de nevadas a… tres o cuatro grados sobre cero y nada de nieve.

En fin, que ójala empeore el tiempo y me arrepienta de haber escrito esto.