Estaba muy intrigado, porque esta semana los supermercados se han llenado de barriles de madera. No sabía si era algo de decoración de temporada y no, resulta que es una especie de piñata nórdica. Hoy domingo se celebra el Fastelavn y marca el final del carnaval y el comienzo de la cuaresma (teóricamente, de la primavera, pero de momento no ha dado señales de vida). Siendo protestantes, le han dado otro aire a la fiesta. Básicamente es una especie de Halloween donde los niños se disfrazan y van de puerta en puerta pidiendo chucherías. Esto lo he copiado de la wikipedia y no sé yo, no he visto niños disfrazados por la calle, ni nadie ha llamado a mi puerta. También os digo que si se me presentan niños disfrazados así, salgo corriendo al aeropuerto para volverme.

Bueno, a lo que iba: en el barril se pinta un gato, se rellena de caramelos y hay que darle estacazos con un palo hasta que se rompa. Quien haga salir los caramelos se corona “reina de los gatos” y quien destroce finalmente el barril, “rey de los gatos”. Naturalmente, esto se hacía en su momento metiendo un gato vivo dentro y los estacazos te protegían contra la mala suerte. En la Wikipedia en inglés pone que no se mataba al gato, pero en la danesa…el pobre gato corría otra suerte hasta mediados del siglo XIX.

Y como no puede ser de otra manera, esta festividad va acompañada de un bollo, el fastelavnsbolle, que es una especie de bamba de nata, con una masa un poco más ligera y una nata bastante sosa, la verdad. Eso sí, me he comido uno y llevo toda la tarde empachado.

Barriles y bollos, (no a escala)