Los supermercados tienen una sección dedicada a la comida para animales. Hasta ahí todo normal. Lo que pasa es que además de comida para pájaros, tienen todo tipo de comederos, casitas, bebederos, etc. Ha sido imposible resistirme y he acabado comprando una estructura de plástico, como una vaina con agujeros, y dentro puedes meter unas bolas de comida compacta, que también me he comprado, claro, porque llevan solsikke, milokorn, nødder, ristede nøddestykker, hvede, kalciumkarbonat y hasta oksetalg, que no se diga que los pájaros de mi barrio van a comer mal.

Total, que entre el comedero y las bolas me habré gastado la friolera de cuatro euros y tengo alimento (bueno, yo no, los pájaros) para seis meses. Lo he colgado de la rama de un árbol del patio y al cabo de unos días han empezado a aparecer los pájaros.

Ni Hitchcock

Primero vinieron las grajillas (el bicho de la foto, gracias, Juan Antonio por hacer de Shazam ornitológico) Después han aparecido urracas y hoy he visto un gorrión.

Suelen venir por las mañanas, y es bastante guay verlos en acción (no sé si los vecinos opinarán igual, pero de momento no han dicho nada) Las grajillas vienen de tres en tres y suelen hacer cola en la tapia. aunque a veces se atacan un poco. Las urracas vienen por su cuenta y a veces una grajilla se lanza en vuelo rasante para espantarla. Ya he visto que hay una grajilla que pasa de todo, se queda en el suelo, y se va comiendo tan pancha los trocitos de comida que saltan al suelo. Y el gorrrión -a ver si viene más veces- se posa tan tranquilo en el palito, picotea un rato y se pira.