El piso

Por fin tengo piso en Copenhague. Llevo tres semanas en un AirBnb y ya me estaba hartando de vivir de prestado mientras buscaba un sitio más definitivo, lo que sumado a mi agobio basal de pensar que se me iba a acabar el plazo para formalizar mi presencia en el país me estaba empezando a poner nervioso.

El tema es que hay mucha demanda, sobre todo en septiembre, con el inicio de las universidades; y que los precios son bastante caros para los extranjeros (al menos para los españoles) Buscar piso se convierte en una locura y cuesta dar con algo caro-razonable.

En estas semanas he visto:

• Un piso superchulo en un barrio residencial en el quinto pino, sin servicios de ningun tipo.
• Un piso que era un chollo hasta que te decían que le tenías que sumar unos 250€ por “alquiler de muebles”
• Un piso con encanto, es decir, techos a dos metros poco de altura (tocaba el techo estirando el brazo), paredes torcidas, y suelo muy irregular.
• Un piso que por un lado da a un cementerio y por otro, a un crematorio.
• Un piso super céntrico, pero que cuando dices que te manden el contrato, el agente deja de dar señales de vida.

Aparte de propietarios e inmobiliarias que te dicen directamente que no, o que sólo alquilan a empresas, o que sólo dos meses, o que van a reformar el baño por completo en tres meses, que si no te importa vivir con la obra (y sin el baño), o los que dicen que te alquilan el apartamento completo pero al final solo es una habitación.

Así que cuando vi un piso que me cuadraba, me lancé a por él: es obra nueva en Valby, un barrio bastante barrio, comunicado razonablemente bien con la universidad y al lado de un parque (y de una iglesia, ya hablaremos del tema campanadas en otro post) La inmobiliaria me pasa el contrato, todo parece OK, lo consulto con gente que ya ha pasado por eso, hago un par de preguntas, me responden satisfactoriamente, les paso el contrato firmado, les traspaso el dinero y… silencio absoluto, ni un “ok, te aviso cuando nos llegue el dinero” ni un “pdf recibido” ni nada de nada. Espero. Nada. Sigo esperando. Nada. Llega el fin de semana, y nada. Pasa otro día más, y nada. Les llamo por teléfono y no lo cogen. Les mando otro correo y me dicen que sí, que han recibido el dinero y que quedamos al día siguiente a la una. Les digo que a la una no puedo, que mejor por la tarde… y otra vez nada (y yo mirando en la web, viendo que el piso todavía aparece en el buscador) y pasa otro día, les vuelvo a escribir, me dicen que sí, y a la hora que me dijeron, allí me planté, saltándome una clase, porque ya estaba que me subía por las paredes.

En fin, que al final todo bien, que al final ellos son un poco desastre y yo me paso de agonías. Ya tengo la llave, he empezado a acondiconar el piso, he encargado una cama (creo) y en cuanto me llegue, me voy para allá.