Me puesto a contar anécdotas y al final no estoy con el día a día. En la primera semana básicamente he estado explorando: he visitado tres pisos (incluyendo el de la agente racista) y un montón de supermercados, manteniendo bajo control las compras insensatas. Me estoy moviendo o a pie o en transporte público, que los billetes de hora y cuarto de duración cunden bastante. De momento no he mirado bicis, voy a esperar a tener el piso definitivo.

Estoy en un piso temporal (un AirBnb), me gustaría ponerlo a mi aire, pero no tiene sentido. De momento, el principal tuneo ha sido limpiar la cocina a fondo (menos el horno y el lavaplatos, que los he clausurado declarándoles “zona catastrófica”) Los dueños me han tenido que traer una lámpara extra, porque habían quitado todas las lámparas de techo de la casa, salvo las del pasillo, cocina y baño (?) Ahora tengo una penumbra bastante agradable por las noches y tampoco enciendo mucho la lámpara nueva porque no hay cortinas, ni persianas 🙄

En cuanto a la vida danesa, me he dedicado al papeleo, avisando a Su majestad la Reina Margarita II de que iba a estar por allí un par de años y me ha dado su bendición. Y… me ha tocado llevar el ordenador a reparar, que se le ha estropeado la pantalla de un día para otro (estoy escribiendo esto con el del curro)

Empiezo a acostumbrarme al horario, aunque al principio me salté alguna comida. Tenemos la misma hora que en España, pero todo va un par de horas antes y en el caso de la cena (a eso de las seis / siete de la tarde) me está costando un poco más. Imagino que en cuanto anochezca a las tres de la tarde se me hará más fácil. Ya ha llovido unos cuantos días, y hemos tenido un par de ciclos de “lluvia y frío durante media hora, sol resplandeciente y calor durante otra media” Parece que en esta época es habitual.

En la uni he estado de presentaciones: que si los alumnos internacionales, que si el máster, que si las instalaciones…así que ya hablaré del máster en el próximo resumen semanal.

un rayo de sol Clásica foto turística. Voy a intentar repetirla el día más horrible del invierno.